sábado, 29 de enero de 2011

Adiantum reniforme, un fósil viviente

Este extraño helecho de frondes redondeadas pertenece a la familia de las Adiantaceae y es una verdadera reliquia antediluviana, un pequeño fósil viviente. Su dispersa distribución  mundial con poblaciones muy alejadas entre sí, que han evolucionado separadamente y han dado lugar a  diferentes variedades locales, hace pensar en la gran antigüedad del Adiantum reniforme, que hace varios millones de años, en un período frío con el nivel de los océanos más bajo que en la actualidad, poblaba una vasta región que abarcaba gran parte de Asia, África, Madagascar y la Macaronesia. Posteriormente, a consecuencia de un calentamiento global del clima, el nivel de las aguas oceánicas se elevó y separó las poblaciones asiáticas de las africanas y éstas de las malgaches y las macaronésicas. 

Adiantum reniforme en el Bosque de los Tiles de la Isla de La Palma a principios de mayo. (Doble click encima de la foto para ampliarla).

Los botánicos distinguen seis variedades dentro de la especie: 

-Adiantum reniforme var. reniforme, que crece en Madeira, en el Archipiélago de las Canarias y en las Islas de Cabo Verde; 
-Adiantum reniforme var. pusillum, una variedad enana endémica de las Canarias y Madeira. Vive en todas las islas, excepto Lanzarote, Fuerteventura y Porto Santo; 
 -Adiantum reniforme var. asarifolium, una extraña versión peluda con gruesos márgenes negros y grandes soros, que se encuentra en Madagascar, Isla Mauricio, Isla de Reunión, Sudáfrica, Kenia, Tanzania, Malawi, Gambia y Senegal; 
-Adiantum reniforme var. hydrocotyloides, exclusivo de la Isla de Reunión; 
-Adiantum reniforme var. crenatum, que solamente vive en Madagascar;
-Adiantum reniforme var. sinense, que crece únicamente en China y está en serio peligro de extinción, ya que sólo se conocen cuatro pequeñas poblaciones en la región de las Tres Gargantas del Río Yangtsé, entre la provincia de Sichuan y la provincia de Hubei, lugar considerado como un refugio de plantas que sobrevivivieron a las glaciaciones del Cuaternario.

Grupo de Adiantum reniforme del Bosque de los Tiles con el ejemplar de la foto anterior en una pared muy húmeda orientada hacia el norte. 

En las islas macaronésicas este helecho prefiere vivir en hábitats rupícolas sobre rocas y paredes rezumantes con mucha luz pero sin sol directo en los claros de bosques de Laurisilva, con un clima subtropical húmedo y sin heladas. En Sudáfrica, Madagascar, Isla Mauricio e Isla de Reunión crece en bosques húmedos con un clima parecido al macaronésico. En Kenia, Tanzania, Gambia, Malawi y Senegal, al tener un clima tropical demasiado cálido para este helecho, se ve confinado en las montañas donde encuentra un clima más fresco y húmedo, como en el Monte Kilimanjaro del norte de Tanzania. Las cuatro pequeñas poblaciones chinas que viven en las Tres Gargantas del Río Yangtsé también prefieren hábitats frescos y húmedos libres de heladas situados entre 80 y 480 msnm. Dada la creciente explotación humana de esta región china, el número de ejemplares de Adiantum reniforme var. sinense va decreciendo de forma alarmante, situándose actualmente en un dramático peligro de extinción.

Adiantum reniforme creciendo entre las piedras de un muro orientado hacia el norte en el municipio de Los Sauces de la Isla de La Palma. Este helecho resiste muy bien largos períodos de sequía. En la foto se ve como el musgo sobre el que crece el helecho está totalmente seco.

Bellísimo ejemplar de Adiantum reniforme creciendo sobre un lecho de musgo en la grieta de una roca orientada hacia el nordeste en la Isla portuguesa de Madeira a mediados de mayo.  Se aprecian los largos pecíolos de color negro o marrón oscuro de cada fronde con la pequeña lámina redondeada en el extremo. (Doble click encima de la foto para ampliarla)

Varias frondes de Adiantum reniforme con su bellísimo diseño en forma de pai-pai chino. Llama la atención la disposición radial flabelada de los nervios de la lámina, que suele medir entre 3 y 5 centímetros de diámetro. Tiene una consistencia coriácea como de plástico y presenta un vivo color verde claro. En las Islas Canarias este helecho recibe el nombre de tostonera, por su parecido con una antigua moneda llamada tostón, que se usó en España y las colonias americanas durante el siglo XVI.

Envés de una fronde de Adiantum reniforme con la bellísima distribución de los soros en el borde de la lámina. Llama la atención la forma arriñonada o reniforme que le da el nombre a la especie, el diseño radial de los nervios y la fina pilosidad que recubre el envés de la lámina.

Detalle de los soros todavía inmaduros y la fina pilosidad de color marrón claro que recubre el envés de la lámina. (Doble click encima de la foto para ampliarla).

Soros de Adiantum reniforme vistos de lado con su pseudoindusio ribeteado. Cuando los esporangios están maduros, el pseudoindusio se levanta para permitir la dispersión de las esporas.

 
 Microfotografía de un esporangio de Adiantum reniforme con las esporas maduras dentro de la bolsa transparente, antes de ser dispersadas.

Esporas de Adiantum reniforme, bastante grandes y de un bonito color dorado.

Las esporas de Adiantum reniforme germinan con facilidad. En esta fotografía macro se pueden distinguir los gametofitos o prótalos de un color verde oscuro transparente con abundantes rizoides (raicillas) en su parte inferior que absorben el agua y los nutrientes del suelo. Estos gametofitos producen cada uno de ellos abundantes anterozoides masculinos (espermatozoides) y una única oósfera femenina, la cual emite la fitoferomona ácido málico, el perfume de las manzanas, que atrae irresistiblemente a los anterozoides que nadan hacia ella con la ayuda de flagelos. Una vez ha sido fecundada la oósfera por un anterozoide ésta empieza a crecer dando lugar a un embrión o esporofito que emite su primer fronde. En el caso del Adiantum reniforme el primer fronde parece una raqueta de tenis con su pecíolo negro.

Dieciséis meses después muchos de los esporofitos ya tienen su tercer fronde que es cada vez más grande. 

Detalle de los esporofitos anteriores. El tamaño de la lámina de alguno de ellos se acerca a los 10 milímetros.



3 comentarios:

  1. ¡Hola Joan!, Me alegra ver esta entrada. La primera vez que vi este Adiantum fue en el bosque de Los Silos de Tenerife. Posteriormente lo he ido viendo en otros lugares como la ladera de Güímar o Los Tilos en la isla de la Palma. Un fósil viviente de gran belleza.

    Un saludo.

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  2. Buenísima la explicación que he encontrado gracias al link, que pusieron en una imagen de Esperança Alomar.
    Enhorabuena por este gran trabajo.
    Saludos. .
    Namaste

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